El Cubo Azul de Rachel Valdés: una atmósfera monocromática entre lo tangible y lo etéreo

Rachel Valdes Cubo Azul  

Presentado por primera vez en la XII Bienal de La Habana, el “Cubo Azul” de Rachel Valdés es una instalación inmersiva que funciona como un espacio de contención y expansión sensorial. Con dimensiones de 3 metros cúbicos y construido con espejo de seguridad laminado, estructura de acero inoxidable y láminas de cristal, esta obra se erige como un objeto meditativo en medio del espacio urbano.

Una experiencia de disolución perceptiva

Rachel Valdes Cubo Azul  

El “Cubo Azul” surge como una respuesta íntima a la necesidad de experimentar la realidad desde una nueva perspectiva. Al entrar en contacto con su superficie reflectante y translúcida, el espectador se ve envuelto en una atmósfera azul monocromática que suspende el tiempo y altera la percepción de los límites físicos del entorno.

Esta obra plantea un ejercicio de contemplación, donde el color actúa como medio y como fin. La experiencia visual no está mediada por una narrativa, sino por una sensación: el azul como espacio simbólico, óptico y emocional.

El azul como campo de investigación artística

Desde una perspectiva fenomenológica y científica, el azul es la frecuencia de luz que más se dispersa en la atmósfera terrestre. En términos psicológicos, está asociado a la introspección, la calma, lo trascendental e incluso lo desconocido. Rachel Valdés convierte esta cualidad del color en el eje central de su instalación, creando una arquitectura emocional en la que el espectador se disuelve dentro del pigmento.

Rachel Valdes Cubo Azul  

Nacida en una isla, la artista ha vivido el paisaje como una extensión de su cuerpo. El “Cubo Azul” representa esa relación íntima con el entorno, al transformar la observación en experiencia inmersiva. Es un espacio donde los reflejos y las transparencias desdibujan la frontera entre el objeto y la atmósfera, entre el adentro y el afuera.

Un portal sensorial hacia lo inmaterial

Para Valdés, esta pieza no es solo una escultura, sino un portal hacia lo sensorial. La obra invita a sentarse, a observar, a detenerse en la experiencia perceptiva. Es un momento suspendido entre la realidad física del objeto y la vivencia subjetiva del color. En este cubo, la artista condensa su investigación sobre la luz, el espacio y la conciencia.

Rachel Valdes  

“Cubo Azul” redefine el acto de contemplar. Al estar rodeado por una arquitectura aparentemente sólida, pero ópticamente inestable, el espectador entra en un estado de vulnerabilidad sensorial. Así, la obra funciona como una estructura meditativa, una experiencia envolvente que disuelve los límites de la materia para abrir paso a lo poético.

Ficha técnica

  • Título: Cubo Azul
  • Artista: Rachel Valdés
  • Dimensiones: 3mt x 3mt x 3mt
  • Materiales: Espejo de seguridad laminado, estructura de acero inoxidable, láminas de cristal laminado
  • Presentación: XII Bienal de La Habana
  • Ubicación: Instalación urbana, Malecón de La Habana, Cuba
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