Pirámide de Rachel Valdés: la luz como símbolo de conexión entre tierra y cielo

Rachel Valdes -  Pirámide  

Con una altura imponente de tres metros y realizada en acero inoxidable pulido, la obra “Pirámide” de Rachel Valdés se alza como una escultura instalativa de profunda carga simbólica. Esta pieza, concebida para dialogar directamente con el entorno natural, utiliza la geometría ancestral de la pirámide como puente entre lo terrenal y lo espiritual, entre la materia y la luz.

La pirámide como símbolo universal

Desde las civilizaciones antiguas, la forma piramidal ha representado armonía, poder y conexión cósmica. La punta superior apunta al sol, fuente de vida y conocimiento, mientras que sus lados inclinados evocan los rayos solares descendiendo hacia la tierra. Rachel Valdés recupera esta tradición simbólica para construir una obra que trasciende su materialidad y se convierte en un emblema de trascendencia y energía.

La elección del acero inoxidable no es casual: su superficie reflectante absorbe y reproduce el paisaje circundante, reflejando el cielo, la nieve o la luz según el contexto. Esta interacción entre materia y ambiente transforma la escultura en un cuerpo vivo, cambiante, en constante diálogo con los elementos.

Rachel Valdes -  Pirámide  

Un obelisco solar en diálogo con el Land Art

Instalada en medio de un paisaje nevado de montaña, “Pirámide” se conecta conceptualmente con el Land Art, movimiento que valora la intervención artística directa sobre el territorio. En este caso, la escultura no altera el paisaje, sino que lo amplifica y lo canaliza. El entorno se convierte en parte inseparable de la obra, generando una experiencia inmersiva de contemplación y conexión.

La pieza propone un momento de pausa, un acto de reflexión ante la inmensidad de la naturaleza. Como un espejo vertical que une cielo y tierra, la pirámide refleja nuestra posición en el universo y nos invita a reconectar con el origen y lo esencial.

Materia, luz y espiritualidad: la vision de Rachel Valdés

Rachel Valdes  

Rachel Valdés ha explorado a lo largo de su trayectoria la relación entre percepción, geometría y entorno. En “Pirámide”, condensa esta investigación en un objeto formalmente preciso pero conceptualmente abierto. La obra funciona como símbolo solar y espiritual, evocando los grandes monumentos de las culturas antiguas, pero adaptados al lenguaje de la escultura contemporánea.

Esta instalación no busca solo ser observada, sino experimentada: el espectador se ve reflejado en sus caras, se convierte en parte del paisaje, y por extensión, en parte de la obra. En su aparente simplicidad, “Pirámide” encierra una gran complejidad simbólica: habla de memoria ancestral, energía cósmica y unidad esencial.

Ficha técnica

  • Título: Pirámide
  • Artista: Rachel Valdés
  • Dimensiones: 300cm x 60cm x 60cm
  • Materiales: Acero inoxidable pulido
  • Concepto: Conexión simbólica entre luz, materia y espiritualidad
  • Instalación: Paisaje natural nevado (intervención site-specific)
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