Composición Infinita: Rachel Valdés y la materialización del infinito sensorial

En el corazón del arte contemporáneo inmersivo, Rachel Valdés presenta «Composición Infinita», una instalación tridimensional que desafía la percepción humana y transforma el espacio físico en un campo sensorial en constante mutación. Con dimensiones imponentes (8m x 4m x 3m) y una estructura compuesta por espejos de seguridad laminados, acero inoxidable, dibond, policarbonato, sistema de sonido y proyección, esta obra representa una síntesis exquisita entre tecnología, arte y neurociencia.
La luz como materia escultórica
En “Composición Infinita”, la luz deja de ser un mero recurso visual para convertirse en materia viva, moldeada a partir de principios ópticos y físicos del color. Valdés plantea una puesta en escena que investiga la descomposición de la luz visible en sus componentes espectrales, generando una experiencia dinámica en la que las longitudes de onda, al incidir sobre los espejos y superficies del entorno, producen sensaciones cromáticas que varían en función de la posición del espectador.
Este fenómeno transforma la instalación en un entorno reactivo, donde el visitante deja de ser observador pasivo para convertirse en parte activa del sistema perceptual. El espacio, cubierto de superficies reflectantes, genera una multiplicidad de reflejos y capas visuales que fragmentan la percepción lineal del tiempo y el espacio, dando paso a una experiencia inmersiva de carácter infinito.

Sinestesia inducida: cuando el sonido y el color se funden
Uno de los aspectos más sofisticados de la instalación es la sincronización entre estímulos sonoros y visuales. Este diálogo genera lo que la artista denomina una “sinestesia inducida”, una percepción cruzada donde la música se convierte en color y el color en vibración auditiva. Esta sinergia entre luz y sonido no solo intensifica la sensación inmersiva, sino que refuerza la subjetividad de la experiencia, permitiendo que cada espectador perciba una obra única e irrepetible.
El sistema acústico está orquestado para responder a los cambios visuales, amplificando la percepción volumétrica del entorno y generando un ecosistema sensorial coherente. Este entorno híbrido entre el arte y la tecnología propicia una percepción expandida, donde el cuerpo se convierte en receptor integral de frecuencias, ondas y reflejos.

Arte, percepción y neurociencia
Desde el enfoque de la psicología cognitiva, “Composición Infinita” se distancia de cualquier narrativa lineal o instrucción didáctica, dando lugar a un espacio abierto, que invita a la contemplación y la introspección. La ausencia de propósito explícito facilita una activación cerebral multisensorial, que afecta áreas relacionadas con la memoria sensorial, la emoción, y la percepción del movimiento y la profundidad.
Esta obra logra una interacción genuina con el espectador gracias a la estimulación continua de sus sentidos. El cerebro, enfrentado a una información visual y auditiva no estructurada, comienza a reinterpretar el espacio desde una perspectiva fluida, rompiendo patrones rígidos de percepción y promoviendo un estado de conciencia alterado y poético.
Rachel Valdés y la redefinición del arte inmersivo

«Composición Infinita» representa un hito en la trayectoria de Rachel Valdés y en la historia reciente del arte inmersivo contemporáneo. No se trata solo de una obra de arte, sino de un sistema de percepción expandida que cuestiona los límites del cuerpo, del espacio y de la experiencia estética. En ella, el infinito no es una metáfora: es una condición vivida, reflejada, amplificada por la arquitectura visual y sonora del entorno.
Con esta instalación, Valdés se afirma como una de las figuras más relevantes del arte cubano contemporáneo y una referencia internacional en el desarrollo de entornos artísticos sensoriales. Su obra dialoga con el legado de James Turrell o Yayoi Kusama, pero desde una voz propia, profundamente lírica, con una sensibilidad visual que explora lo sublime desde la fisicalidad de la luz.
Ficha técnica- Título: Composición Infinita
- Artista: Rachel Valdés
- Dimensiones: 8mt x 4mt x 3mt
- Materiales: Espejo de seguridad laminado, estructura de acero inoxidable, láminas de dibond, policarbonato, sistema de sonido, sistema de proyección, pantalla de poliamida