HAPPILY EVER AFTER (Bélgica)

Con Happily Ever After, Rachel Valdés presenta una obra que desarticula las formas convencionales de ver y habitar el espacio público. Utilizando grandes planos espejados, la artista genera un dispositivo perceptual que altera la relación entre el espectador, la arquitectura y el paisaje urbano. La instalación fue originalmente concebida para el Malecón de La Habana durante la XI Bienal, donde dialogaba con el mar como símbolo de infinitud, frontera y deseo. En su nueva ubicación en la ciudad de Kortrijk, la obra renace con una resonancia distinta pero igualmente poética.
Insertada ahora de manera permanente en el espacio urbano de la ciudad, Happily Ever After ha sido adquirida como parte de la colección pública, consolidando su relevancia como símbolo de contemplación y diálogo entre arte y ciudadanía. En este contexto europeo, la pieza continúa interrogando los límites de lo visible, proponiendo un territorio liminar donde lo físico y lo inmaterial se encuentran. Su capacidad de reflejar y duplicar el entorno no solo genera una ilusión óptica, sino que abre un portal hacia nuevas interpretaciones del tiempo, del cuerpo y de la memoria.

Para Valdés, el espejo no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para transformar la mirada: lo que vemos reflejado no es únicamente el mundo exterior, sino también nuestras propias presencias y proyecciones. En esa intersección entre la geometría, la luz y el pensamiento, el espectador se convierte en protagonista, y el espacio cotidiano se transforma en un lugar místico, de pausa y reconocimiento.
El título, Happily Ever After, juega con la idea de promesa y destino, pero también con la disolución de lo ideal en lo real. Enmarcada en el contexto curatorial de After Paradise, la obra encarna esa tensión post-utópica de la que habla Rebecca Solnit, donde la esperanza se vuelve crítica, y la belleza se convierte en acto político y espiritual.
Esta instalación permanente ofrece al transeúnte una experiencia expandida de la percepción y un espacio para la introspección. Así, el arte se convierte en un punto de anclaje emocional y sensorial dentro del tejido urbano.
“Happily Ever After” 2023
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm

“Happily ever afyter (Bélgica)”
Comisionada por la Trienal de Kortijk, Bélgica.
Materiales: láminas de cristal, hilo de pescar.
Dimensiones: 30cm x 30cm